Durante el período soviético casi nos separamos de nuestra fe religiosa. El sistema casi nos hizo olvidar los lugares de adoración en los que nuestros antepasados creían. Nuestro olvido quitó de nuestra memoria tantas páginas valiosas de la historia de nuestra tierra natal.

Los lugares de adoración que nos gustaría presentarles les proporcionarán cierta información sobre el pasado de nuestra historia. 

La tumba del califa Seyid Ahmad

En los siglos XII-XIII, durante el colapso del Califato Islámico los califas fueron frecuentemente cambiados. Había califas que estaban en el trono una semana, incluso un día. Estos califas fueron arrancados sus ojos, o ejecutados. Algunos de ellos podrían sobrevivir si pudieran huir de su país.

Actualmente hay una tumba en Azerbaiyán, es un lugar de adoración para los azerbaiyanos, que se considera que es la tumba del califa Seyid Ahmad. El califa Seyid Ahmad es considerado como uno de los califas árabes que huyó del país debido a su persecución y buscó protección en Azerbaiyán.

Según fuentes no oficiales, el califa Seyid Ahmad se estableció inicialmente en el suburbio de la aldea de Daghbiliji. Pero como recibió la frialdad de los habitantes locales, dejó el lugar por la noche. El otro día los habitantes sabían de la repentina desaparición del califa, y estaban ansiosos por ello. Pudieron encontrar su nuevo asentamiento y le pidieron que volviera.

Pero el califa Seyid Ahmad se negó a regresar al pueblo de Daghbiliji y prometió perdonar a los habitantes con una condición: «Оs perdono si queréis adquirir mérito ante los ojos de Dios, cuidad mi casa y repáradla si hay alguna necesidad en ella».

En la década de 1950, la tumba del califa Seyid Ahmad fue reparada y se encontraron algunos documentos. Según estos documentos, se descubrió que en la década de 1920 esta tumba era uno de los lugares más sagrados para la peregrinación en la región. El lugar de adoración estaba situado en un área enorme con el cultivo del campo.

La tumba de una habitación estaba hecha de madera. Hay un gran número de entierros alrededor de la tumba. Las inscripciones en las lápidas están en árabe. Las piedras sepulcrales fueron profundamente en la tierra; indica que estas piedras sepulcrales tienen historia antigua.

Actualmente el área donde el califa Seyid Ahmad había establecido, es una gran aldea ahora. Este pueblo se llama Khalifalar. 

Shikhzaddin Baba

En la región de Shabran-Guba hay una tumba llamada Shikhzaddin Baba. Esta tumba se convirtió en un lugar de adoración para muchas personas. Shikhzaddin Baba está enterrado en la aldea Gomur, al pie de la montaña Kelaku en la aldea Puchug.

De acuerdo a los dichos pasados que pasaban de generación en generación,  los ancestros de Shikhzaddin Baba llegaron aquí desde la ciudad de Sham (Damasco), Siria. Eran los promotores y partidarios de la religión del Islam en la región de Shirvan. 

Según las crónicas, a principios del siglo XVII, cuando el Shah Abbas I de Persia viajaba a Daguestán, sus caballeros acamparon en la llanada Koteh en el valle de Khaltan, cerca de Shamakhi. Al anochecer, Shah Abbas I vio luces al pie de la montaña Kelaku. El shah envió dos soldados a ese lugar. Cuando los soldados llegaron al lugar, vieron a un anciano sentado leyendo el Corán bajo la luz de las velas. 

Los soldados se presentaron y le pidieron al anciano que fuera con ellos al campamento del shah. 

El viejo terminó de leer y dijo:

«Idos, yo iré más tarde».

Cuando los soldados llegaron al campamento, se sorprendieron al ver al anciano frente al shah. Le explicaron al shah lo que había pasado.

Shah Abbas I aprendió que el anciano era una persona muy religiosa con una educación superior en la religión. Incluso Shah Abbas se informó que Shikhzaddin Baba era capaz de crear magia con el permiso de Dios. Shah Abbas le pidió que mostrara una magia. Entonces Shikhzaddin Baba tomó una ceniza del fuego frente al Shah Abbas y la pegó en el suelo, y de inmediato se convirtió en una hoja verde. Después de que el Shah Abbas le dio, como un regalo, un enorme pedazo de tierra en Gomur.

El ashug popular Khaltanly Taghy, de Shirvan, hace dos siglos dedicó un poema muy bonito que estuvo elogiándolo a Shikhzaddin Baba. 

Aydin TAGHIYEV