La vida que pasó luchando

La vida que pasó luchando

El año de 1928. París. El primer ministro de asuntos exteriores de la República Democrática de Azerbaiyán, Alimardan bey Topchubashov que ya hace muchos años vive la vida de emigrante en Francia compra el periódico y lee un artículo. En el artículo se decía que Francia invitó a la URSS a unirse al pacto Briand Kellogg. La URSS señala como una desventaja no incluir al pacto la obligación relacionada con el desarme y el hecho de que el pacto prohíbe la guerra sólo como una herramienta de la política nacional. Según el Gobierno Soviético, todo tipo de guerra, intervención, bloqueo y las operaciones militares como ocupar los territorios ajenos se tienen que prohibir...    

Alimardan bey está hablando consigo mismo en su corazón: "¡Mire a la impudencia! Los soviéticos condenan la ocupación. ¿Y ellos mismos? ¿Queda un territorio que no lo ocuparon? Lo que cayó en sus manos, lo agarraron, y además Azerbaiyán. Los bolcheviques hicieron ponerse de rodillas cuantos pueblos y naciones, captaron sus libertades, felicidades y sus futuros, expulsaron a sus hijos honestos. Sus corazones no se enfríen, sus ojos no se hartan. Y ahora con el pacto quieren arrojar polvo a los ojos del mundo..."

El primer ministro de asuntos exteriores de la República Democrática de Azerbaiyán, Alimardan bey Topchubashov que viajó a Francia hace exactamente 9 años, en mayo del año de 1919, sabía que hace unos días que en la Conferencia de Paz de Paris (El Tratado de Versalles), el Presidente de los Estados Unidos, Woodrow  Vilson puso en agenda la cuestión de Azerbaiyán, "El Gran Cuarteto" discutió el destino de la república recién establecida. Como las partes se sentaron a la mesa, Alimardan bey presentó al presidente Vilson el memorándum preparado en algunas lenguas y subrayó la importancia del establecimiento de las relaciones diplomáticas bilaterales entre los Estados Unidos y su país.    

- ¡Señor presidente! La República Democrática de Azerbaiyán que ha llevado la lcuha muy difícil en el camino a la independencia y la democracia, tiene el derecho de vivir. Nosotros, durante largos años encontrábamos aplastados bajo el yugo de La Rusia zarista y no pudimos dominar nuestro país, nuestros recursos naturales y nuestros valores morales. Ahora Azerbaiyán obtiene su independencia y hoy, el 28 de mayo, en el aniversario de la República Democrática siento gran honor del encuentro con Usted. Señor Vilson, le pido una y otra vez: nosotros debemos proteger nuestra independencia obtenida con dificultad. El estado de Azerbaiyán necesita  mucho el apoyo de la unión mundial...                 

Presidente Vilson no respondió enseguida. Parece que el político estadounidense estaba reflexionando mentalmente lo que iba a decir a este persistente diplomático azerbaiyano que se estaba sentado frente a él.                          

- Señor Topchubashov, nosotros no tenemos la intención de dividir el mundo en estados pequeños. Los británicos me informaron detalladamente sobre la situación.  En el Cáucaso hay inestabilidad. Los bolcheviques no da cuartel a nadie y el Ejército Rojo continúa su marcha agresiva. Y los británicos también se fueron obligados a dejar Bakú. Es evidente que Lenin no va a dar para arriba petróleo y Cáucaso. Por esta razón, no podremos cumplir su petición acerca el reconocimiento de su independencia. Sería mejor que, ustedes pensaran en la federación. En cuanto a nosotros, señor Topchubashov, le promeso que desde ahora el pueblo de Azerbaiyán recibirá la ayuda de los Estados Unidos grandes en el asunto de mantener su libertad e independencia.    

Los esfuerzos intensos de Alimardan bey Topchubashov y de los diplomáticos de Azerbaiyán no se quedaron sin resultado: el 11 de enero del año de 1920, la independencia de Azerbaiyán fue reconocida de facto.

 

 

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