Yo no soy uno de los que tienen sueños, llenos de añoranza por la patria. Pero esa noche soñé que fuimos con una gran delegación a una de las regiones ocupadas. Todos ellos estaban vestidos de civil, y sólo una persona estaba en un uniforme militar. Y yo estaba allí porque confiaba en él, y no me apartaba de su lado. Estábamos de pie en el patio de un edifico de gran altura. Y luego comenzamos a subir por las escaleras a ese edificio alto. En ese momento me sentí miedo y alegría, sorpresa y emoción. Durante todo el tiempo la misma pregunta estuvo dando vueltas en mi cabeza: "¿Vamos a ser capaces de salir con seguridad de este lugar?" Estábamos en la planta intermedia, cuando de repente se abrió la puerta. Las habitaciones estaban vacías. Entró un hombre, con dos sillas en la mano...

(11 de abril de 2014)

Escribí estas palabras en una de las redes sociales en mes abril hace uno o dos años. Quería hablar con alguien en algún lugar. Pero no podía llegar a determinar el lugar de la conversación y el interlocutor. ¿Cómo describir este lugar? Me gustaría ver que emanara la fragancia de ajenjo, y cuando la gente estaba saliendo con prisa de su casa bajo una lluvia de balas, que en lugar de piernas y brazos rotos, cuerpos que se habían sido roto en pedazos a causa de misiles o minas, florecieran amapolas del escarlata y con tristeza se balancearan en el viento. Y que no supiéramos que son flores o mártires, invitadoramente agitando las manos como si trataran de decir "aquí estamos", "venid aquí".

Y sólo quería sentarme cerca de estas amapolas, y que este lugar fuera en Jabrail, Gubadli, Jodyalí, Lachin, Shusha, Kalbayar, Jankendi, Fuzuli, Aghdam, y primero que fuera uno de esos distritos, luego cada día uno de ellos - que me sentara cerca de las amapolas y pensara - ¿quien el primero tenía que comenzar la conversación y por dónde empezar?

O simplemente sentarme cerca de una amapola y callar,  pensar - se necesitarán respuestas rápidas a preguntas repentinas.