¡Oh montañas, altas montañas!

¡Oh montañas, altas montañas!

Al principio yo no quería escribir sobre Shushá. ¿Qué puedo escribir sobre la tierra que se encuentra ahora en la ocupación enemiga? ¿Y qué importa lo que escribo? ¿Quién necesita estas memorias, estos llantos? Deja un millar de estos artículos serán escritos, ¿se devuelve realmente una media pulgada de tierra de Shushá? Sé que puedo contar para un pesimista. Sí, soy un pesimista. ¿Pero puede ser optimista un hombre que está cansado de pronunciar "Shushá"? Ustedes me dirán que Shushá es la cuna de nuestra cultura, es nuestro conservatorio, había tales luminarias de la música como Uzeyir Hajibeyov, Seyid Shushinski, Bulbul, Rashid Behbudov de allí… ¿y ahora no escribir sobre ellos? ¡Escribir! ¿Y qué hacer después? ¿Hasta cuándo ver la película "Los acordes de una larga vida" de Anar al sentir que se rompe tú corazón? ¿Cuántas veces? Yo personalmente no puedo mirar esta película en los últimos años. ¡No puedo mirarla! Sepan que todavía no he mirado la película “El grito” con la participación de Jeyhun Mirzayev sobre la tragedia Jodyalí. Realmente, no puedo verla. Si veo esta película, yo creo que voy a tamizarse como la arena y mezclarse con el suelo. Cuando un árbol es cortado de raíz, ¿saben cómo se cae? Estoy en la circunstancia de ese árbol.

 

En Gobustán hombres prehistóricos eyaculando a los ciervos salvajes los estaban empujando hacia los riscos. No tenían ningún camino de regreso. Así que me pongo en el lugar de estos ciervos salvajes. ¿Han visto las imágenes de Shushá en ruinas y quemado por armenios, la placa con la inscripción "Shushá", tendida en el suelo? Por lo tanto, mi interior recuerda las imágenes de estas tramas. Podemos decir, que está en un estado peor. Por favor, no me juzguen. Muchas veces he estado en Shushá. A veces me alojaba allí durante un mes. Recorré Shushá a lo largo y a lo ancho. No puedo olvidar, como cuidador de la casa – museo de Abdulkarim bey Mehmandarov (el hombre que se graduó de la Universidad de Medicina de San Petersburgo), viendo que estoy asombrosamente mirando muro de piedra con muescas cuadrangulares en el primer piso, me explicó que en aquellos lugares derramaban avena para caballos de las personas que acudían para el tratamiento de los pueblos vecinos. Recuerdo que entonces estaba yo estaba fascinado por esta humanidad, nobleza. Así, Mehmandarov pensaba no sólo en sus pacientes sino también en sus caballos cansados que recorrían un largo camino. Y ahora, ¿cómo no llorar la pérdida de esa hermosa mansión de un hombre, el poseedor de esta generosidad y esta cultura, que está en manos del enemigo?

Yo hablaba mucho con el atleta Gachay de Shusha y los jóvenes reunidos en torno a él en frente de la mezquita de Govhar Agha (aquí se llamó "plazo"). En cinco o diez pasos del lugar donde hablábamos, había una casa de té en el pequeño mercado, aquí comí el pan caliente de horno con crema y miel por la mañana y desde entonces no puedo olvidar este sabor...

Era verano. Estoy hablando de hace unos treinta años. Por la tarde, íbamos hacia la "plaza" con mi amigo de Shusha. De repente, un "Volga" de color claro pasó por la calle. Mi amigo dijo inmediatamente:

"Es el compositor Suleyman Alasgarov. Ya sabes, es de Shusha y cada verano visita aquí."

Sé que paso a otro tema sin terminar el anterior. Lo juro, mi paciencia está agotada, no tengo paciencia. Probablemente mis escritos no son necesarios para nadie. Al menos cincuenta veces he echado un vistazo al libro "Shusha" con delgada cáscara, escrito por Firudun Shushinski, publicado en 1963. Y Ahora a veces voy a este mundo, mirando a las fotos de color gris-borroso, me lleva al pensamiento. Me canso, me subo al cielo.

Mi palabra sobre Suleyman Alasgarov quedó sin terminar. Era aproximadamente siete u ocho años después de la ocupación de Shusha. Fue a la casa del Suleyman A. para entrevistarle sobre Shusha al programa de televisión. Él vivía en la casa de los compositores, en la vieja calle Husu Hajiyev. Nos recibió en la frente del edificio. Subimos a la casa. Las paredes, sobre el piano, frente del estante, con una palabra cada lado visible de la habitación de trabajo estaba lleno de las fotos y cuadros de Shusha. Me volví loco. "Este hombre no podrá vivir mucho, su corazón va a estallar"- esta fue el primer pensamiento en mi mente. Qué el espíritu del Suleyman muallim me perdone. Y qué dijo en la entrevista, no recuerdo nada.

Tristeza trae la tristeza. Cuando bajamos abajo, Suleyman muallim se detuvo, si no me equivoco, en el segundo piso:

- ¿Se puede que Tofig Guliyev diga unas palabras?- se volvió a mi. Por supuesto yo estuve de acuerdo. Aunque Suleyman muallim tocó mucho el timbre de la puerta en la derecha, pero nadie abrió. Después  empezó a tocar a la puerta con su puño. Una vez más, no oímos ninguna voz desde el interior. Suleyman muallim de manera decepcionada:

- Puede ser que ahora esté durmiendo. También tiene dificultades para oír - dijo,- usted sabe, la esposa de Tofig murió. A esta edad si tu esposa muere, cree que tú te mueres también.

Añado que, si no hubiera visto las fotos en la habitación de Suleyman muallim, sin duda, hablaría con él sobre los días en que estaba en Shusha. Pero al ver su situación, entendí inmediatamente que, si hablara sobre estos recuerdos, entonces podría sangrar su herida.

Pronto voy a volver a hablar de nuevo sobre Suleyman Alesgarov.

Había una decisión de UNESCO sobre la celebración del 100 anniversario de Uzeyir Hajibeyov. El 18 de septiembre de 1985, en cumpleaños del gran compositor, debía ser la apertura de su escultura y museo de casa en su patria, Shusha. Todo esto no se realizó el 18 de septiembre, sino el 5 de octubre. No pudimos terminar estos trabajos a tiempo. Quiero recordar que la decisión de UNESCO sobre el aniversario fue tomada hace un año.

El entonces jefe del estado, Kamran Baghirov, el Ministro de Cultura, Zakir Baghirov, Polad Bulbuloglu y los musicologos de Moscú actuaron en estos eventos. Entre ellos lo más recordable fue una opinión en el discurso del Primer Secretario de la Unión de Compositores de la URSS, Tijon Krennikov: "Uzeyir bey fue un gran compositor. Es la primera vez que estoy en su natal ciudad Shusha. Cuando bajé del coche no hace mucho tiempo, mirando a esta hermosa ciudad y su cielo cristal, pensé que es muy natural el nacimiento de un gran músico como Hajibeyov en tal lugar".

El 10 de mayo del 1992, cuando supe que los bandidos armenios ocuparon Shusha, entonces primero recordé estas palabras del compositor ruso. También dije a mi mismo: "Qué vergüenza para nosotros". Pensé que, ahora en Shusha, abajo del cielo cristal, ¿van a nacer los armenios que tienen una voz como ruiseñor? Aquel día desde mañana hasta tarde estaba como un pollo el cual arrojaron una piedra en la cabeza. Ese día me sentía como un pollo. Tal vez aún peor. Esa noche escribí un articulo por la causa de choque. Si, un escrito. Eso es lo que podemos hacer. Perdónenme que este escrito era en el género de poesía. Voy a decir sólo los dos primeros versos:

"Dios, danos un valle sin fondo

Para que acumulemos y nos escondemos en su profundidad..."

No escribo todo, porque iríais a odiarme y a si mismo. He leído muchos artículos sobre Shusha durante estos años. Entre ellos más que me afectó era una expresión del periodista talentoso, Hikmet Sabiroglu de Shusha: "Una cosa es morir en Shusha y otra cosa es morir sin Shusha, él que muere en Shusha muere una vez pero sin Shusha muere cada día"- la recuerdo así, más o menos. Y recuerdo las palabras del cantante Sajavat, que me tocan profundamente - "Ruiseñor, tu canción hiere mi corazón. Y... me sorprende que todavía estoy vivo.

Yo había estudiado en la facultad de historia de la universidad. Había preparado muchos programas de televisión sobre los genocidios sangrientos cometidos por los armenios junto con rusos contra nosotros y sobre la República de Azerbaiyán y sus personas famosas. Conseguí muchas entrevistas de los testigos de los masacres del marzo de 1918 en Shamaji, Guba y de los investigadores científicos de este período.

Había leído varios libros de los autores locales y extranjeros sobre los crímenes de los nacionalistas armenios. Quiero decir que, no soy tan ingenuo como para pensar que Shusha, así como nuestros otros territorios fueron ocupados sólo por los armenios. En el pueblo quería tirar una hierba grande que crecía en lugar innecesario. Pero cuando removía la maleza vi que aparte de eso, casi un metro de distancia de ella, la tierra se tambalea, su raíz había llegado tan lejos. Veo la expulsión de los bandidos armenios de nuestras tierras como este ejemplo de la maleza. No quiero volver a una historia larga como desde cruzadas hasta la tragedia de Jodyalí.

Era mediados de los años 80. Fuimos a Shusha. Pidió a mi amigo parar el coche cerca de la iglesia en la entrada de la ciudad. Aquí un hombre armenio con la barba labraba sillar de hoja con motosierra eléctrica. Su cara y sus miradas parecían el pimiento verde amargo. Los alrededores estaban llenos de arena, cemento y piedras. Fue la reparación de la iglesia. Preguntó mucho a este armenio, pero no me respondió. Nunca había estado en la iglesia. Obtuvo el permiso y entré en interior con mi amigo. Subimos arriba. En los cuatros lados de la parte superior de la iglesia había ventanas en forma de cruz y sin cristal. Yo estaba de pie en la ventana de la forma cruz, por encima de mi cabeza todavía había un poco de espacio, por lo que las ventanas de la forma cruz eran tan grandes. Me sentí la ansiedad. Dije a mi amigo que la renovación de la iglesia no me parecía bien. Aquí hay algo de una mala intención. Después de explicar mi opinión, mi amigo se rió en voz alta. Su voz resonó en la iglesia. Ahora cuando oigo nombre de Shusha, recuerdo la risa de mi amigo. La risa que se convirtió en el hielo en el aire frío de la iglesia hace ya 23 años que me está siendo cortado como una daga.

En febrero del año pasado, en relación con el 90 aniversario de Suleyman Alasgarov fue un gran evento en el Palacio Heydar Aliyev.

Entonces no dije, ahora digo. En este período S.Alasgarov era muy valioso para mi, no sólo por su arte y anhelo de Shusha. En nuestro pueblo había un hombre llamado Lachin. Hace cuarenta años que murió. Entonces cuando vi por primera vez Suleyman muallim, pensé que este hombre de baja estatura delante de mi era tío Lachin. Dios mio, ¿Cómo pueden las personas ser tan iguales? Su discurso, vestido aseado, la rapidez como mercurio, la nobleza, la generosidad... todo me recordaba a tío Lachin. Suleyman muallim bajó abajo con nosotros aunque pidé muchas veces no hacerlo pero no fue posible. Cerca de la escultura de Sabir, llamó a un taxi. Se despidió de nosotros con un gran respeto y fuimos a Aztv. Ahora en el evento en el Palacio, en gran monitor mirando a Suleyman muallim lamentaba mucho que no le había dicho todo esto. ¿Por qué no? ¿Por qué no dije que en Shusha había visto desde lejos su "Volga" y también a usted lo quiero mucho no sólo por sus canciones ni por Shusha, sino también por tío Lachin? ¿Por que no dije que, Suleyman muallim, lo juro por Dios, que realmente quiero Shusha más que las personas de Shusha? Pensando todo esto y mientras mi corazón estallaba miraba a los cuadros en blanco y negro de Shusha en monitor.

Soy una persona débil y altamente sensible. A esta edad, todavía cuando veo la película "Madrastra" mis ojos se llenan de lágrimas. Ahora ustedes digan ¿Qué relación hay entre la película y el anhelo por patria? La perdida de tierras es un dolor muy mal.  Había escrito en uno de mis escritos: todo el tesoro del mundo y la riqueza no sería capaz de crear un puñado de tierra. Supongamos que perdimos la mitad de la población pero no permitiéramos  a la ocupación de nuestras tierras, las preserváramos. Las tierras ocupadas arde mi corazón. El anhelo por Shusha es muy diferente. Perdónenme que escribo desordenadamente, confuso inicio con el final..

Me da vergüenza Jurshudbanu Natavan. ¡Miren!, me da vergüenza. No señor Uzeyir, ni BulBul, sino la hija de Jan. Recordando señor Uzeyir, Bulbul, Natavan creo Shusha no se tiene que quedar en manos de armenios. ¡Sin duda! Pero cuando recuerdo Natavan, pienso Susha no debería estar en manos de los armenios más de medio día. Creo que la hija de Jan escribió estos gazales tristes para la ocupación de Shusha, no para su hijo que murió jóven. Lo juro, así lo creo.

He viajado recientemente a Ismayilli, a mi hogar, y allí los niños dijeron que en el pueblo vecino crece la flor – jari bulbul. Me sentí herida. Jari bulbul de La llanura Yidir (Cıdır düzü) en Shusha... ¿Cómo llegó aquí? Y ahora esto causa dolor...


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